Ir al contenido principal

UNIVERSALISMO Y NUEVA ERA




 


Nueva palabra para una nueva ERA

«El pensamiento precede a la palabra y la palabra es energía en acción, ya que es la palabra lo que motiva conductas y promulga ideales.  Pero la palabra puede ser inútil sin la acción que concretiza en formas objetivas y hechos palpables su contenido. 

He aquí: NUEVA PALABRA PARA UNA NUEVA ERA. El UNIVERSALISMO es algo más que una concepción filosófico-religiosa para la Era Aquarius. El universalismo es el distintivo ideológico y Espiritual de la idiosincrasia del HOMBRE CÓSMICO; el hombre de la nueva era, el Superhombre para quien el universo es el sentido de la vida, su bandera es el sol y su religión es la verdad, la verdad universal, no la “verdad revelada” según los dogmas doctrinarios.

El espíritu no tiene otra patria que el Cosmos Infinito.  El hombre auténtico es un espíritu libre, está hecho de Infinitud, por ello, no puede circunscribirse a un pedazo de terreno llamado “nación”, delimitado por unas fronteras de insano egoísmo. El cuerpo humano puede haber nacido en la China, en Norteamérica, en los Himalayas o en la Amazonía, pero este cuerpo es una habitación temporal del espíritu inmortal. 

La cuna de estirpe socio-política de los reyes, no garantiza la realeza de los nacientes en ella, como tampoco podemos afirmar que aquel que nace en un establo es necesariamente un burro o un buey.

En tiempos remotamente pretéritos de la evolución de las conciencias fue necesario el concepto de razas, con el fin de solucionar el problema temporal de identidad en el hombre primitivo, y esto obedecía al cumplimiento de ciertas etapas experienciales necesarias de acuerdo a Leyes Universales.


La Raza Futura

Aun hoy día, muchos pueblos del mundo insisten en apegarse al concepto de raza y nacionalidad. Esto es retrógrado. Las doctrinas ideológicas han retrasado la evolución del hombre hacia la libertad de conciencia.  Pero ahora, llegada la Nueva Era, el concepto de razas y nacionalidades está destinado a desaparecer de la tierra, porque el hombre busca ahora la FRATERNIDAD UNIVERSAL.

En los tiempos modernos, el concepto de “raza” y “patria” es la causa de terribles desgracias, guerras, miserias, enfermedades y atropellos, en aras de insanas y desmedidas ambiciones. Pero, los designios del espíritu universal se abren paso, y es por eso que vemos en los últimos tiempos, como, en una misma nación confluyen distintas etnias y culturas.  Esta fusión de razas y sincretismo cultural es la base para el monumento de la raza futura.

El hombre de los nuevos tiempos debe despertar la conciencia de patria universal, de ciudadanía mundial.  Todos los patriotismos y nacionalismos vetustos que ensangrientan el mundo enfrentando a los hombres como enemigos, solo por la sugestión de un concepto Ideológico, han de desaparecer. 

Con el advenimiento de la Nueva Era Aquarius, es necesario firmar el acta de defunción del patriotismo sectorial y del concepto de “raza”; sobre la sepultura de los prejuicios nacionalistas y raciales se debe plantar el árbol de la FRATERNIDAD UNIVERSAL.



La Ley de la Evolución

La soberana ley de evolución es incontenible y empuja hacia adelante todo lo existente, perfeccionando y aumentando cada vez más las posibilidades y facultades de los seres. Pero el hombre ha caído en la inconsciencia y en la degradación en aras del fanatismo de los nacionalismos y las razas.  Esta condición de torpeza mental oblitera en él los poderes para mejorar todas las situaciones mundiales.

Las grandes multitudes de humanos se debaten en las añoranzas del pasado. Esta inclinación tan marcada a mirar hacia atrás, invierte la correntada evolutiva de la vida generando sufrimiento.  La actitud mental más acorde con las leyes universales es mantenerse en una línea de avance evolutivo.  Es preciso aprender a visualizar el porvenir de la especie humana luminoso, largo y glorioso, donde todos los hombres vivan en armonía.

El desarrollo de conciencia impulsará a los hombres y mujeres a cultivarse para disfrutar mejor de la vida, con cuerpos más dotados y saludables que los que poseen ahora.  Serán cuerpos vitalizados y llenos de gracia. 

Si observáis los jardines veréis que las flores sonríen al sol y conviven en el mismo ámbito sin pelearse porque unas sean dalias, otras amapolas o azucenas. Esto nos debe hacer reflexionar acerca de que el mundo es un jardín.  En ese jardín los distintos pueblos son las flores diversas y vitalizadas por el mismo sol.






Seres Universales

El hombre de la Nueva Era no le concede importancia al pasado, solo capitaliza las experiencias pasadas y la maduración de conciencia que ellas implican, y las utiliza para proyectar sus energías y aspiraciones hacia el futuro floreciente y triunfante.  No debe importar lo que fuimos en mil y un ayeres, hace miles o millones de años en las innumerables encarnaciones vividas. Si un pájaro insiste en vivir metido dentro del huevo nunca podrá crecer ni volar.

Los hombres que viven apegados al pasado se caracterizan por las amarguras y las nostalgias.  Se les puede ver envejecer desdichados añorando tiempos idos y que nunca volverán.  Los aherrojamientos que padecen los hombres, se reducen a una sugestión inyectada, a modo de potente tóxico mental que contamina hasta las fibras más sutiles y sensibles de su ser.  

La historia patria debería ser la historia de la tierra, del planeta entero y destacar las acciones de los sabios y reformadores espirituales y benefactores de la humanidad en lugar de las hazañas de bárbaros belicosos; y en su lugar honrar la memoria de los héroes bienhechores que han luchado contra las enfermedades en los avances científicos, así también a los inventores, que con sus esfuerzos inteligentes contribuyeron a mejorar el modo de vida de la especie entera.

Esos prohombres no estaban centrados en ninguna xenofobia; ellos no pertenecían a ninguna raza sino a la humanidad entera. Los sabios son seres universales en todo sentido.»

Pr. OM Lind-Schernrezig