PROPORCIÓN
«Las cosas marchan bien cuando marchan en conjunto, no aisladamente»
Nuestra vida es un conjunto de funciones y fuerzas que requieren orden, desarrollo y equilibrio adecuados, no parcialmente. Este Principio dice que nada existe aisladamente, sino en interrelación dinámica con otros elementos del medio ambiente. Todo ser humano está influenciado por su medio ambiente, y viceversa. La Ecología es una ciencia que estudia esta relación dinámica. Las plantas dependen de la tierra, del agua, del Sol, de otras plantas y animales. La vida animal depende de las condiciones dinámicas del medio ambiente; y de la interacción dinámica de otros animales y plantas.
La sociedad está formada por diferentes individuos quienes realizan diferentes funciones. Cada individuo contribuye al bienestar del conjunto y al mismo tiempo recibe los beneficios de otros.
En el cuerpo humano podemos diferenciar varios órganos que realizan funciones complementarias. Cada órgano es dependiente del trabajo perfecto de los otros, y contribuye al funcionamiento del todo. Todos los órganos del cuerpo trabajan en armonía siguiendo ciertos ciclos y ritmos de vida hacia un objetivo particular.
Recordemos una leyenda que nos sirva de ejemplo para ilustrar este Principio de PROPORCIÓN. Podremos observar en esta historia como las acciones desproporcionadas producen los mas desastrosos efectos.
Hace mucho tiempo existían cuatro Magos que vivían en gran amistad. Tres de ellos alcanzaron una gran iluminación y enorme conocimiento, pero carecían de la facultad del juicio. El cuarto de ellos detestaba la instrucción, pero poseía un razonamiento excelente.
En cierta ocasión, uno de los Magos dijo: ¿De qué vale el juicio sin instrucción? Podrá saberse qué es bueno y qué es malo, pero no se sabe como hacer una cosa u otra.”
Para ilustrar lo anterior, el menor de ellos comentó:
“Mañana deberemos estar en Persépolis, pero hay hasta allá una gran distancia, de tal modo que en un día nuestros camellos no podrán recorrerla, pero con nuestra instrucción podremos hacerlo”
Entonces le pidieron al juicioso que acercara uno de los camellos y así uno estiró sus piernas gata la altura de una casa, el otro amplió sus lomos de manera que los cuatro tuvieran cabida en otras tantas jorobas y el restante mago se preocupó de darle al animal, un cuello tan largo que pudiera observar a gran distancia cualquier punto de interés.
Al día siguiente por la mañana, se dispusieron a partir y montaron solo tres, porque el mago juicioso dijo: “Mejor tres que cuatro cuando los problemas se suman”.
Los tres magos se rieron del temeroso y emprendieron el viaje.
La carrera comenzó a gran velocidad, pero, al poco tiempo, no hubo agua que pudiera calmar la sed inmensa de tan enorme animal. Para empeorar, las fuertes areniscas daban en la cabeza altísima del monstruoso camello, de tal manera, que en lugar de erguirla, debido a su larguísimo cuello, debía andar arrastrándola sobre la arena como serpiente que va velos tras de su presa.
Así, totalmente debilitado el gran camello, todo desequilibrado por la anormal posición de su cuello, terminó por caer como una torre a la que la faltan los cimientos.
Triste y muy fatigoso fue el regreso de los Magos, pero afortunadamente el juicioso les esperaba para reconfortarlos
Sea como fuere, padecieron muchos contratiempos, no llegaron a tiempo a su destino y por tanto perdieron sus negocios.
Otro día, los cuatro encontraron un animal muerto y queriendo probar al juicioso el gran valor del conocimiento dijeron los tres: “ea, hagamos algo por este pobre león muerto. Pero ahora pongámonos de acuerdo los tres a fin de que todas las partes coincidan bien y en un conjunto razonable, porque aquel asunto del camello fracasó porque fue habilidad de cada uno pero no de los tres.”
El primero, dijo entonces: - Yo se como unir el esqueleto.
El segundo dijo: - Yo puedo materializar la piel, carne y sangre.
El tercero dijo: - Yo puedo darle vida.
Fue así como el primero juntó el esqueleto, el segundo proporcionó piel, carne y sangre. Y mientras el tercero intentaba darle vida, el Mago juicioso aconsejó en contra de esto, diciendo: - Este es un león. Si tu le das vida, matará a cada uno de nosotros.
Eres un simplón, - dijo el otro,- yo seré el que reduzca a nada tu buen juicio.
En ese caso - contestó el juicioso -, espera un momento, mientras yo me refugio trepándome a este árbol.
Acto seguido, el mago le dio vida al león y este se levanto con fieros rugidos y hambriento. Entonces mató a los tres. Poco después que el león se hubo retirado, el mago juicioso bajo del árbol y regresó a su morada.
El Universo evoluciona y estos procesos de evolución van hacia una dirección bien definida. El ser humano, como parte del Universo, tiene un rol que jugar en este magnífico concierto. Así que nuestras obligaciones o "Dharma", serán de acuerdo a nuestras capacidades. Vivekananda dijo: "Unidad en variedad es el plan del Universo". Nuestro "Dharma", por lo tanto, es crear nuestra propia individualidad, desarrollando completamente nuestros talentos; entonces, podremos dar lo mejor de nosotros mismos, contribuyendo al mejoramiento del mundo, de nuestras relaciones con el otro, y en armonía con la evolución natural del Universo.
Los mecanismos de la mente, creencias sociales y costumbres que van en contra de este Principio.
- Tenemos una actitud individualista hacia la vida. Solo nos preocupamos por nosotros mismos; nuestro dinero, posesiones, imagen, etc. permaneciendo aislados de los intereses generales de la sociedad.
- Creemos que libertad significa hacer todo lo que queremos. De esta forma promovemos un caos en la sociedad. ¿Puede imaginarse que pasaría si nuestro hígado un día no quisiera trabajar? El resultado sería desastroso. Parece que la libertad no se debe considerar aisladamente, ya que afecta el interés del conjunto. Cumpliendo con nuestros deberes contribuimos al equilibrio del conjunto, y obtenemos los máximos beneficios común.
- La vida humana es compleja y tiene diferentes aspectos que deben ser desarrollados armoniosamente. Algunas personas siguen ciegamente un objetivo, perturbando la armonía de sus vidas. Por ejemplo: un hombre de negocios que se esfuerza por conseguir solo dinero, puede dejar a un lado su aspecto familiar y salud mental, olvidando otras actividades indispensables para su equilibrio, aún a costa de su salud.
- Algunas personas toman decisiones basadas únicamente en la emoción o en el intelecto. Por ejemplo: Una persona en un momento de intensa presión emocional puede tomar decisiones de las que luego se arrepentirá, o alguien puede decidir casarse por conveniencia sin tomar en cuenta el factor emocional.
- Muchas personas solo se interesan en logros materiales, otros únicamente en logros espirituales; cuando lo que debería pasar es un balance entre los dos.
Hemos discutido muchas veces el estado de las contradicciones internas, hemos dicho que este estado surge cuando pensamos en una dirección, sentimos en otra y actuamos en otra. La aplicación de este Principio sería pensar, sentir y actuar en la misma dirección. Y esta dirección deberá estar orientada hacia la evolución.
YOGACHARYA JAIRO MEZA